sábado, setiembre 02, 2006

Compañeros procuradores

El procurador encargado de investigar al gobierno de Toledo tiene un pasado de autor distraído que no entrecomilla lo que transcribe ni cita al autor de donde proceden esas ideas. O sea que tiene pasado de plagiario, vamos.

Y de plagiario por partida doble, porque hizo exactamente lo mismo en un artículo, primero, y en un libro, después. Y con el mismo autor y los mismos párrafos.

De tal modo que es tan plagiario que se copió a sí mismo en la práctica de la copiandanga lucrativa, en el arte del saqueo neuronal.

Y ese señor, llamado Gino Ríos Patio (Patio), ese pájaro frutero de carretilla académica, es, de casualidad, aprista, que no otra cosa podía ser quien debía ser designado sabueso de Toledo y su entorno malandro.

Digo que no otra cosa podía ser porque al APRA siempre le ha disgustado ese tal Montesquieu, interesado en lo del equilibrio de poderes y el reparto democrático de jurisdicciones.

Se ve que la ministra Zavala, compañera ella misma, ha consultado con los compañeros de su CDR (Comité de Defensa de la Reiteración) y ha dicho en voz alta:

–¿A quién ponemos?–A Gino –han dicho a coro de bufido.

–¿Y quién puede ser su adjunto?–¡Daniel Bolaños Galindo! –ha sugerido otro bisonte americano.

Y se ha aprobado. Pero ese bisonte americano no le dijo a la ministra que el adjunto compañero Daniel Bolaños Galindo había sido denunciado, como lo recuerda ayer el diario Correo, por el investigable gobierno de Toledo.

En efecto, en julio del 2005 el adjunto del doctor Xerox había sido empapelado por Carlos Ferrero, a la sazón presidente del Consejo de Ministros, por presunto fraude perpetrado en contra del Cuerpo General de Bomberos.

Y no es que Bolaños Galindo les cortara el agua o fuera un pirómano gallego sino que la Resolución Ministerial 224-2005-PCM lo acusó de haberse dedicado al extraño oficio de perder juicios siendo, como era, representante general de los bomberos.

Cuando le preguntaban al compañero Bolaños Galindo cuál era su trabajo, dicen que él contestaba muy orondo:

–Yo pierdo juicios de bomberos. Cuando perdió el juicio cuchucientos, los bomberos sintieron el olor de su propio chamuscado, vieron el humo que salía de sus uniformes y experimentaron la brasa sin pollo del cuento chino.

Ya era tarde. Ya estaban en el libro de las marcas mundiales de la estupidez angélica, que es un libro que me acabo de inventar pero que tendría que existir.Y allí fue cuando entró a tallar Carlitos Ferrero.

Y ahora resulta que el demoledor de bomberos denunciado por Carlitos Ferrero va a investigar al gobierno de Carlitos Ferrero, junto al compañero que es la Wynnona Ryder de las citas jurídicas, o sea ese terror de las bibliotecas llamado Ríos (de tinta) Patio (andalú).
Linda faena, compañeros.

Les propongo que la completen nombrando al almirante Luis Giampetri investigador en jefe de las violaciones de los derechos humanos perpetradas por algunos miembros de las Fuerzas Armadas. Su adjunto podría ser el Chito Ríos.